Habría agua en Titán

Habría agua en Titán



La sonda Cassini – nuevamente protagonista en un descubrimiento de este tipo – habría detectado un océano completo en Titán, debajo de su superficie, según indicaron los científicos.
Si bien es de público conocimiento que Titán es el único que tiene líquidos en su superficie al igual que la tierra – aunque no es agua, es metano – siempre tuvo a la comunidad científica en alerta debido a si podría albergar – o no – vida.
Luego de que Cassini descubra que la superficie de Titán se mueve, debido a que también existiría líquido debajo de la misma, los científicos creen que este líquido sería agua.
Esta órbita de Titán es muy parecida a la de nuestra luna, hasta se comportan de la misma forma, pero teniendo en cuenta las últimas mediciones de su eje de rotación se ha curvado 0,3 grados. Si bien no tiene grandes resistencias a los cambios, este es muy grande, y Titán estaría en un estado muy inestable.
Para explicar este fenómeno, los científicos apuntan a tres teorías:
1)      Titán sería un cuerpo sólido con una mayor densidad en su superficie que en su interior.
2)      Titán no sería totalmente sólido, sino que contiene capas de hielo que recubre un océano de agua líquida, un manto helado y un núcleo rocoso.
3)      Los cambios de inclinación y rotación serían provocados por la caída de un cometa o un asteroide en su superficie. Esta última eliminaría la teoría del océano dentro de titán.
Igualmente, la más fuerte, obviamente, es que Titán posee un océano por debajo de su superficie, pero todavía no está probado ciertamente.

El sol tiene manchas negras gigantescas

El sol tiene manchas negras gigantescas



Si, aunque parezca mentira el sol tiene una mancha negra más grande que nuestro propio planeta. Este fenómeno fue visto en vivo por científicos de la Universidad Británica de Central Lancashire, y los tuvo muy inquietos.
Esta región donde se desarrolló el agujero negro, es con intensa actividad magnética y realmente fue sorprendente como ante los ojos de los científicos, creció sin parar hasta llegar a los 20.000 kilómetros de ancho.
Luego de tomar imágenes en el Observatorio Solar de la NASA, descubrieron que la mancha separaba, en tan solo 7.000 kilómetros los campos positivo y negativo. Luego si, llegó la perturbación magnética que se agigantó cada vez más, hasta lograr el agujero.
Las observaciones del Observatorio registraron mediciones de temperatura impresionantes – que variaron de los “apenas” 50.000 grados a los 10 millones de un segundo a otro. Caluroso, ¿No?
Los científicos contaron que:
«En todos los rangos de temperatura, pudimos ver el área emergente como un tubo magnético que está muy caliente en sus extremos y bien delimitado del material que lo rodea. Cómo las manchas solares nacen, evolucionan y mueren sigue siendo una preocupación para los físicos solares y uno de los temas más interesantes es entender cómo estos tubos magnéticos pueden surgir de debajo de la superficie del Sol y empujar a través de la atmósfera caliente», finalizaron.

Encontraron la molécula que despierta la ansiedad

Encontraron la molécula que despierta la ansiedad

Si eres de esos tipos ansiosos, que se comen o fuman todo esperando algo importante, como yo por ejemplo, te contamos que una comunidad de científicos de varios países – Gran Bretaña, Polonia y Japón – descubrieron que una proteína en el cerebro sería la culpable tanto de la ansiedad como el estrés.
Robert Pawlak, el director de la investigación, cuenta que hasta ahora “se sabía que ciertos individuos son más susceptibles a los efectos dañinos del estrés que otros: aunque la mayoría de las personas experimentan algún suceso traumático en su vida, sólo algunas desarrollan problemas psiquiátricos como depresión, ansiedad o desórdenes de estrés postraumático”,
Las diferencias clave que hacen estos estados se encontrarían en el centro emocional del cerebro. Al mismo tiempo, la amígdala reacciona al estrés incrementando la producción de una proteína denominada neuropsina.
Esta actividad de neuropsina, y otras moléculas relacionadas determinan la vulnerabilidad al estrés, determinaron los científicos.
“Sabemos que todos los componentes de la ruta de la neuropsina están presentes en el cerebro humano, por lo que deben jugar un papel similar” finalizo Pawlak, quien luego añadió que la investigación se orientará a crear fármacos para combatir la ansiedad y la depresión.

El hidrógeno como energía renovable

Mediante Paneles Solares e Hidrógeno, podremos pensar en energías renovables en un futuro cercano


El hidrógeno como energía renovable




Cada vez se necesita y se investiga más y más sobre energías renovables, para poder reemplazar al combustible fósil – o petróleo, para ser más precisos – y científicos de las Universidades de Politécnica de Cataluña, Aberdeen y Auckland descubrieron la forma de utilizar el hidrógeno como una posibilidad de energía renovable.
Esta forma de producción de hidrógeno que serviría de energía está compuesta por etanol y luz solar. Para desarrollar este nuevo proyecto, hay un gran problema: hasta el momento es muy costoso, y se necesita una gran cantidad de energía para separar el hidrógeno del agua, por ejemplo.
Pero, como siempre, y en rápida forma, los científicos anteriormente mencionados tienen una carta bajo el brazo y te mostramos como hacerlo de manera más simple, rápido y barato.
Ellos crearon un fotocatalizador en polvo que facilita en gran medida el proceso. Este permite su producción a temperatura y presión ambiente. ¿Cómo funciona? Al colocar un recipiente con etanol, y aplicarle luz ultravioleta, el dióxido de titanio que contiene el catalizador reacciona con la luz generando electrones que son capturados por nanopartículas de oro. Estas reaccionan con el alcohol presente en la mezcla liberando el hidrógeno, ya listo para ser utilizado como energía



De esta forma, tenemos una nueva fuente de energía en nuestras manos, listas para ser utilizadas en autos, y objetos que dependen de la energía de combustibles fósiles, algo que está en peligro de extinción.

Descubren un planeta sin estrella

Descubren un planeta sin estrella


Luego de una intensa investigación,descubrieron un tipo de planeta un tanto extraño, que está lejos de cualquier sistema solar, e incluso, cualquier estrella cercana.Este descubrimiento de planeta sin estrellafue obra de David Bennett y sus colegas de la Universidad de Notre Dame (en EE.UU).
Estos cuerpos oscuros, con una masa similar a Júpiter – vaya si es grande – flotan aislados en el espacio, lejos de cualquier estrella que exista. La primera hipótesis que se disparó ante este fenómeno es que estos planetas fueron expulsados de sistemas solares en desarrollo.
Mediante minuciosas observaciones en una región en el centro de la Vía Láctea, estos científicos hallaron a más de diez planetas aislados, ampliando la hipótesis a que no sólo varios planetas serían expulsados de sistemas solares en desarrollo, sino que también este fenómeno parece ser muy habitual.
Tal es así, que Bennett considera que el universo podrá haber el doble de planetas “solitarios” que de estrellas. Obviamente serían menos numerosos que planetas como la Tierra, que orbitan alrededor de una estrella.
Estos planetas, por su parte, no están muy tenidos en cuenta por la imposibilidad de albergar vida, aunque nunca se descarta nada. Cuando se lance la misión WFIRST, prevista para ser lanzada para el 2018, usará una técnica que aun se encuentra en desarrollo, la “microlensing” para buscar planetas flotantes similares al planeta Tierra en nuestra galaxia.

¿Antigravedad y antimateria?


¿Antigravedad y antimateria?


Proponen que la antimateria y la materia se repelerían debido a la una fuerza de antigravedad.


Hace unos años la Cosmología parecía explicar bien el Universo. Bastaba saber la cantidad de materia que contenía para deducir el destino final del mismo y su geometría. Al fin y al cabo, sólo había una inercia provocada por el Big Bang y la gravedad de la materia de su interior que se oponía a ese movimiento. Incluso asumiendo una densidad de materia baja, el destino de un Universo abierto no parecía muy catastrófico, ya que el tiempo necesario para una dilución casi total de la materia en un espacio inmenso era extremadamente grande.
La situación cambió cuando al estudiar supernovas de tipo Ia se descubrió que la expansión del Universo se estaba acelerando y que, por tanto, la velocidad a la que se expande el mismo (medido por la constante de Hubble) aumenta en el tiempo. 
Como no se sabía muy bien la causa de esa aceleración se le denominó energía oscura. Aquí “oscura” hace referencia más bien a nuestra ignorancia sobre su naturaleza en lugar de a sus propiedades ópticas.
Desde entonces se han propuesto muchas soluciones a la naturaleza de la energía oscura. La que parece encajar bien es la constante cosmológica, aunque no sea posible explicar bien el valor que parece tener. Sería más natural explicar que su valor es cero que cualquier otro valor.
A falta de más datos experimentales, la energía oscura ha sido terreno abonado para toda clase de especulaciones. Algunas de esas ideas las hemos cubierto en NeoFronteras.
Ahora, una nueva propuesta atrevida mantiene que la energía oscura sería una antigravedad producida entre materia y antimateria. Esta idea mataría además dos pájaros de un tiro pues no habría necesidad de explicar la asimetría entre materia y antimateria en el Universo, simplemente no existiría o sería muy débil.
La antimateria está hecha de antipartículas. Una partícula y una antipartícula tienen sus números cuánticos opuestos, pero una antipartícula no está hecha de “antimasa”. La inexistencia de tal antimasa ha hecho creer a los físicos que la antimateria se comportaría en el campo gravitatorio de la misma manera que la materia ordinaria.
Pero los experimentos gravitatorios con antimateria son muy complicados de realizar. Generalmente sólo se dispone de unas pocas partículas que pesan prácticamente nada. Se han propuestos varios experimentos con antiprotones circulando en columnas verticales, pero no parece que haya resultados interesantes al respecto.
Massimo Villata, del Osservatorio Astronomico di Torino, propone que la fuerza de gravedad entre materia y antimateria sería repulsiva y que esto se puede encontrar en la Teoría General de la Relatividad (RG). Según él no se requieren cambios en las teorías establecidas. Básicamente a un antiNewton le cae una antimanzana en la cabeza, al igual que a Newton le cae la manzana, pero a Newton no le caería una antimanzana, sino que ésta sería repelida por la gravedad de la Tierra.
Según Villata no hace falta buscar ideas heréticas respecto a la Física conocida, sino que la antigravedad surge de manera natural de la RG y de la simetría CPT. Básicamente la antimateria puede considerarse una materia que se mueve hacia atrás en el tiempo.
La simetría CPT liga la carga, la paridad (esto tiene que ver con el intercambio entre derecha e izquierda y con el cambio en el spin de las partículas) y el tiempo. Si se da esta simetría en la Naturaleza (hasta ahora no se han encontrado pruebas de lo contrario pero se sospecha que se puede romper) significa que para transformar un sistema físico de materia en su equivalente en antimateria descrito por las mismas leyes físicas no sólo hace falta reemplazar las partículas por antipartículas (la C) sino que además hay que efectuar una operación PT. Bajo esta perspectiva la antimateria puede verse como materia normal que sufre una transformación CPT completa en el que la carga, la paridad y el tiempo se invierten. Aunque la carga no afecta a la gravedad, la paridad y el tiempo juegan un papel. Así que aunque la antimateria tiene masa positiva puede ser considerada que tiene una masa gravitatoria negativa, pues en la RG la masa también dependería de la sensibilidad a PT. Naturalmente Villata tiene que asumir que la RG es invariante bajo CPT para que todo funcione.


Esquema del experimento AEGIS. Está basado en la difracción de antihidrógeno en la campo gravitarorio terrestre. Fuente: CERN.




Según dice Villata la simetría CPT implica que la antimateria existe en un espacio-tiempo invertido. El signo menos aparece en las ecuaciones de movimiento si, por ejemplo, dejamos una antimanzana en el campo gravitatorio de la Tierra. En ese caso la antimanzana sería repelida.
Si todo esto es verdad tendría importantes consecuencias. Todos sabemos que la materia y antimateria se aniquilan entre sí, pero si se repelen gravitatoriamente entonces es posible que haya regiones aisladas de materia y antimateria en el Universo y que haya una fuerza de antigravedad que las aleje entre sí. De este modo el Universo estaría sufriendo una expansión extra debido a este efecto y no haría falta invocar a la energía oscura. Incluso quizás no sería necesaria la materia oscura.
Según Villata la antimateria existiría en los grandes vacíos de decenas de Megaparsecs de diámetro que hay entre los supercúmulos de galaxias. En estudios previos se propuso que esos vacíos se formarían a partir de pequeñas fluctuaciones del campo de densidad primordial. La mala noticia es que todavía no se ha observado antimateria (ni nada) en esos vacíos.
La idea es cuanto menos arriesgada. La antimateria se agregaría igual que la materia y se producirían antiplanetas, antiestrellas y antigalaxias que emitirían luz ordinaria que deberíamos ver y no vemos. De los “vacíos” que dice Villata no nos viene ningún tipo de luz. Otro problema es que tanto la fuerza de gravedad como la de antigravedad tienen la propiedad de disminuir con el inverso del cuadrado de la distancia. Por tanto, la repulsión que Villata describe debe disminuir con el tiempo según el Universo se expande y, por tanto, no habría aceleración en la expansión, pues cuanto más se expande el Universo más disuelta está la masa, sea de materia o de antimateria. Por el contrario en la teoría alternativa más aceptada, la de la constante cosmológica, está está originada por el propio espacio y no por la materia que lo contiene, según el Universo se expande y se crea más espacio, los efectos de la constante cosmológica se hacen más intensos y sí se produce aceleración en la expansión.
Pero puede que pronto salgamos de dudas. El experimento AEGIS ya diseñado en el CERN estudiará el comportamiento de materia y antimateria en el campo gravitatorio terrestre. La idea es comparar el comportamiento de átomos de hidrógeno y antidrógeno (de momento las antimanzanas no se pueden conseguir y habrá que esperar a producir y controlar el antihidrógeno) cuando se pueda producir y almacenar apropiadamente. Si su comportamiento es el mismo entonces esta idea iría directamente a la basura.

Nube de wolframio para la basura espacial


Nube de wolframio para la 
basura espacial


Proponen la inyección de una nube de wolframio para limpiar de basura espacial las órbitas en torno a los 1000 km de altura.

Hace poco nos hacíamos eco en estas mismas páginas sobre una propuesta para limpiar de basura espacial las órbitas cercanas a la Tierra, ya que esto se está convirtiendo en un serio problema. En el peor escenario, un mecanismo de cascada podría impedir colocar cualquier otro satélite artificial alrededor de nuestro planeta. Recordemos que mientras hay unos 900 satélites en activo hay casi 20.000 trozos de fragmentos de basura espacial mayores de 10 cm.
Se están estudiando sistemas para retirar esa basura espacial, algunos están basados en rayos láser, aunque también hay otros basados en gigantescas redes orbitales e incluso están pensando en un “camión de la basura” con propulsión iónica alimentado con un reactor nuclear. 
Los trozos por debajo de los 900 km no son preocupantes, porque el roce con las capas altas de la atmósfera, extremadamente enrarecida, puede hacer caer esos trozos en 25 años. Lo malo son los trozos que se encuentran por encima de esa altura, que durarán siglos allí si no hacemos nada para retirarlos.
Ahora, Gurudas Ganguli, del US Naval Research Laboratory, y sus colaboradores proponen una solución radical, pero muy sencilla y barata de realizar, para solucionar el problema. Según él se podría inyectar a 1100 km de altura una nube de compuesta por 20 toneladas de polvo de wolframio que se expandiría hasta ocupar unos 30 km en altura. Las partículas de ese polvo serían muy pequeñas, de sólo 30 micras de diámetro, un tamaño suficiente para hacer caer la basura espacial, pero no demasiado grandes como para dañar los satélites operativos.
Según los cálculos de Ganguli la basura espacial caería en unos 25 años y la nube de wolframio caería por debajo de los 900 km en 10 años, con lo que en un poco de tiempo más también desaparecería.
Lo que se le viene a cualquiera a la mente es cómo afectaría esta nube a los satélites. Según Ganguli el cuerpo principal de los satélites resistiría sin ningún problema, aunque los paneles solares podrían sufrir. Por tanto, los satélites que se lancen a partir de ahora podrían estar ya pensados para la aplicación de una solución de este tipo. Pero hay más problemas. Los sensores ópticos y los telescopios orbitales podrían ensuciarse por este polvo. Además, una nube de esas características probablemente bloquee ciertas longitudes de onda que observan los astrónomos ahora, aunque no la gama visible.
Pero, sin duda, lo peor que puede pasar es que esta nube, en lugar de caer con el tiempo se expanda y suba de altura hasta muchos kilómetros, con lo que a la basura espacial ya en órbita habría que añadirle unas cuantas toneladas de polvo de wolframio eterno. Se formaría un anillo como el de Saturno, esta vez artificial y peligroso.
Sin duda suena a la típica idea que si sale mal sería una enorme metedura de pata. Obviamente se necesita pensar más sobre esta idea.

Otra solución a la paradoja de Fermi

Otra solución a la paradoja de Fermi

Según otra solución a la paradoja de Fermi las civilizaciones avanzadas que aprenden a no hacerse notar son las que sobreviven.


Un día el físico Enrico Fermi tuvo una conversación intrascendente con Emil Konopinski, Edward Teller y Herbert York sobre vida extraterrestre cuando trabajaban en Los Alamos National Laboratory. Analizaron las posibilidades que tenía el ser humano de observar un objeto material viajar tan rápido como la luz en los 10 años siguientes y llegaron a cifras dispares. La conversación derivó hacia otros temas en la cantina del centro de investigación durante el almuerzo hasta que Fermi súbitamente exclamó: “¿Dónde están?”, refiriéndose a los extraterrestres.
Fermi realizó una serie de cálculos rápidos y concluyó que la Tierra debía de haber sido visitada por extraterrestres hace tiempo y muchas veces después. 
Se puede estimar el número de civilizaciones de la galaxia, aunque esta estimación suele variar entre cero y miles de civilizaciones avanzadas. Pero incluso si solamente hubiera habido una única civilización avanzada en crecimiento exponencial, dada la edad de nuestra galaxia, y asumiendo de una manera conservadora que el viaje interestelar automático no relativista, habría tenido suficiente tiempo de explorar cada rincón de la galaxia. Al fin y al cabo, la Vía Láctea mide unos 100.000 años luz de ancho y se podría cruzar en sólo un millón de años viajando a un décimo de la velocidad de la luz.
Como obviamente no hemos visto a ningún extraterrestre, ni hay constancia histórica del hecho, la paradoja es la contradicción evidente entre la predicción y los hechos. Si hay civilizaciones extraterrestres y el viaje interestelar es posible, ¿por qué diablos no hemos vistos todavía artefactos extraterrestres o recibido transmisiones de radio de ellos? Desde entonces esta paradoja ha estado intrigando tanto a científicos como a escritores de ciencia ficción.
Puede que viaje interestelar con entes biológicos sea simplemente imposible, pero esto no explica la ausencia de mensajes de radio. Una posible solución es que la vida inteligente es muy escasa, o no siéndolo tanto esas civilizaciones se destruyen en guerras nucleares. Tal vez simplemente somos los primeros en aparecer o hay tantas estrellas que es muy difícil encontrar sitios con vida avanzada con cualquier política de exploración. O puede que las civilizaciones sean muchas y sobrevivan e incluso que sepan que existimos, pero que mantengan algún código de silencio por miedo a perturbar nuestra cultura. ¿Acaso nos tienen miedo? Dado nuestro pasado y presente belicoso no sería extraño.
En esta misma web hemos visto recientemente alguna de las soluciones que se proponen para solucionar la paradoja. Según unos el crecimiento exponencial indefinido no es posible porque rápidamente un civilización agota los recursos de su entorno y la expansión galáctica no es posible.
Ahora nos llega la última explicación al respecto de esta paradoja. Según Adrian Kent, del Perimeter Institute en Waterloo (Canadá), las civilizaciones son abundantes y tienen que interaccionar con las vecinas, pero terminan compitiendo entre sí porque los recursos escasos. A partir de entonces operarían las reglas del proceso evolutivo biológico que se da en los ecosistemas terrestres, pero a escala galáctica. A largo plazo, en una escala tiempo muy larga, sólo sobrevivirían los que saben estar calladitos y no dan señales de vida. Explica esta tesis en un artículo en ArXiv (bastante pobre, por cierto, pues incluso tiene referencias a Wikipedia en la bibliografía).
Naturalmente esa supuesta analogía con los ecosistemas terrestres no es perfecta, porque las especies siempre interaccionan entre sí de un modo complejo, incluso cuando se usan técnicas de mimetismo. Tampoco parece que haya especies que terminen completamente aisladas de las demás.
La evolución en la escala galáctica, según Kent, tendría que ser muy diferente y operaría en distancias inmensas y los recursos, consistentes en planetas habitables, serían muy escasos.
Según Kent los habitats galácticos estarían separados por distancias enormes y serían difíciles de encontrar. La mejor estrategia para cualquier civilización galáctica sería evitar cualquier confrontación para obtener esos recursos. La mejor política sería pasar desapercibido para que así ningún adversario identifique sus habitats como valiosos. Aquellos que se anunciaran a sí mismos y a sus habitats desaparecerían pronto.
Hace poco Hawking ya advertía de la necesitad de pasar desapercibidos, algo que contrasta con los varios intentos realizados de envío de mensajes al espacio exterior usando ondas de radio. Incluso nuestras emisiones de TV y radar ya están a decenas de años luz de nosotros. Por eso, se plantea si es sensato hacer algo así, porque podría significar nuestra perdición, al menos según Hawking.
Según Kent lo mejor es no enviar mensajes. Si no hay civilizaciones avanzadas es absurdo porque cualquier esfuerzo de comunicación en ese sentido es baldío. Asumiendo que hay civilizaciones que pueden recibir un posible mensaje nuestro y lo puedan entender, lo importante es saber la probabilidad de que haya alguna civilización que pueda dañarnos. Si es así estamos perdidos y si no es así entonces la civilización receptora se cuidará de no responder para así pasar desapercibida.
Estas ideas contrastan fuertemente con la que tenía Carl Sagan. Según él, dada la escala de tiempo, toda civilización avanzada debe de haber aprendido a vivir con ellos mismos y los demás, ya que si no es así desaparece presa de su violencia, y porque tarde o temprano se encuentra con otra más avanzada que la elimina.
Posiblemente los análisis sobre la paradoja de Fermi no usan mucho el método científico y quizás no nos sirvan para saber si estamos o no solos en el Universo, pero la famosa paradoja, como herramienta de análisis psicológico de nuestra civilización, no tiene precio. En cada época proyectamos nuestros miedos sobre esas supuestas civilizaciones extraterrestres. De este modo, si estamos en la guerra fría y bajo el peligro de guerra nuclear creemos que esas civilizaciones se autodestruyen. Si ponemos en peligro el medio ambiente entonces “ellos” perecen bajo la contaminación y agotamiento de los recursos. Si competimos y luchamos entre los humanos por los recursos escasos (sea petróleo, tierra, agua o comida) entonces los aliens compiten entre sí y se matan unos a otros. Parece que proyectamos nuestros problemas en los cielos. Y ésta es una buena razón para que no nos visiten.
Y usted, querido lector, ¿qué cree?, ¿por qué no sabemos de otras civilizaciones avanzadas?,
¿cuál es su miedo?

Los dinosaurios cazaban de noche



Los dinosaurios cazaban de noche

La película Parque Jurásico, de Steven Spielberg, tenía razón en una cosa: los velociraptores cazaban por la noche mientras los grandes hervíboros buscaban alimento también durante el día, según confirma un estudio estadounidense que acaba de publicar la revista Science. Esta conclusión pone en tela de juicio la creencia popular de que los dinosaurios del Mesozoico eran activos solamente durante el día, explica Ryosuke Motani, geólogo de la Universidad de California Davis (EE UU) y coautor del trabajo. “Fue una sorpresa, pero tiene sentido”, admite.



En el estudio, Motani y sus colegas revelan que losdinosaurios, los lagartos y los pájaros poseen todos un anillo de hueso llamado “anillo escleral” en sus ojos, del que carecen mamíferos y cocodrilos. Estudiando sus dimensiones en 33 fósiles de dinosaurios, pterosaurios y aves ancestrales, así como 164 especies vivas, los investigadores han comprobado que los animales diurnos tienen una pequeña abertura en mitad del anillo escleral, mientras que en los animales nocturnos este orificio tiende a ser mucho más grande. En los seres catemerales –activos de día y de noche – el tamaño del orificio es intermedio. De este modo, este rasgo anatómico permite predecir si un animal es activo durante el día, durante la noche o a cualquier hora.

Así los científicos han llegado a la conclusión de que grandes dinosaurios herbívoros comoProtoceratops andrewsi se alimentaban tanto de día como de noche, al igual que los actuales elefantes, mientras que los carnívoros voladores como el Velociraptor eran de hábitos nocturnos. No se ha podido establecer cuándo cazaban grandes carnívoros como el Tyrannosaurus rex debido a que sus restos fósiles 
no conservan en buen estado el anillo escleral.

La paulatina desaparición de la selva asiática

La paulatina desaparición de la selva asiática

Un estudio predice que a este ritmo toda la selva húmeda nativa del sureste asiático habrá desaparecido para 2030.


Mapas donde se muestra la deforestación según el año de una región de Borneo. Fuente: J. Mietinnen et al., Frontiers in Ecology and the Environment (2011).

El sureste de Asía contiene cerca de 250.000 kilómetros cuadrados de bosques pantanosos. Son el lugar de criaturas como el orangután o el pez más pequeño del mundo. Además almacenan grandes cantidades de carbono. Pero estas regiones del planeta están en peligro real de desaparición según un estudio reciente. Si se continua con el ritmo actual de talas, drenajes y quemas para 2030 habrán desaparecido totalmente y miles de millones de toneladas de carbono habrán sido arrojadas a la atmósfera. Y las especies que contienen habrán desaparecido para siempre. 
Casi todas estas zonas pantanosas se encuentran en la península malaya y en archipiélago de islas cercanas como Borneo y Sumatra. El agua de la lluvia baja de las montañas y atraviesa los bosques hasta que termina en las tierras bajas donde difícilmente puede drenarse de manera natural. Es allí donde se forman esos pantanos y en donde la vegetación sólo se descompone parcialmente y se transforma en un material turboso que almacena gran cantidad de carbono. Ese ambiente crea condiciones únicas para la vida.
Las zonas pantanosas del Suroeste de Asia contienen entre el 6% y el 7% de las turberas del mundo y almacenan cerca de 64.000 millones de toneladas de carbono, es decir cerca de 9 veces las emisiones globales de combustible fósil en 2006.
En los ochenta los agricultores de la zona empezaron a destruir estos bosques pantanosos y a sustituirlos por plantaciones de palma de aceite. Los satélites de vigilancia de la Tierra han estado visualizando y documentando esta destrucción durante décadas, pero los investigadores nunca habían precisado cuantitativamente esta perdida a lo largo de grandes periodos de tiempo.
Ahora, un grupo de expertos de la Universidad Nacional de Singapur liderados por Jukka Miettinen ha estado usando imágenes de satélite para estudiar precisamente qué está pasando en esa región del mundo.
Han estudiado durante cinco años, píxel a píxel, gracias al uso de sofisticados algoritmos, esas imágenes en busca de regiones naturales, plantaciones humanas y áreas urbanas. Además han incorporado imágenes de infrarrojo para cuantificar el alcance de los incendios de origen humano. Han conseguido elaborar mapas que muestran el grado de destrucción y su avance.
Los resultados han sido publicados en Frontiers in Ecology and the Environment y muestran que las zonas pantanosas han caído desde el 77% al área original a un 36% entre 1990 y 2010. A ese ritmo el bosque pantanoso desaparecerá en dos décadas.
Miettinen se muestra sorprendido por los terribles resultados, pese a que ha estado trabajando en la región durante cerca de 10 años no era consciente del alcance del daño producido al entorno natural. Otros investigadores no involucrados en este estudio también se muestran sorprendidos y asustados por la escala de destrucción y su rapidez.


Los incendios forestales en Borneo se ven desde el espacio, como éstos de 2002 en esta imagen de satélite. Fuente: NASA.
Esos bosques son un hábitat único que contienen cerca de 6000 especies de plantas, docenas de aves, peces y mamíferos que no hay en ningún otro lugar del mundo. Cuando esas selvas desaparezcan no habrá más orangutanes, ni más flores titán, ni más aves del paraíso. El mundo habrá perdido gran parte de su riqueza natural y el ser humano será mucho más pobre desde el punto de vista intelectual y ético. Además esa extinción también se dará en otras regiones del globo hasta transformar este maravilloso planeta en una bola recubierta por campos de cultivo, ciudades y gente.
Pero el efecto de esta desaparición de bosques en el sureste de Asia afectará al resto del globo también de otro modo. Una vez la destrucción se materialice por completo, se liberarán grandes cantidades de dióxido de carbono que afectarán al clima mundial. Esas regiones han pasado de ser sumideros de dióxido de carbono a ser fuentes de ese gas. El sureste de Asia emite ya 363 millones de toneladas de carbono cada año debido a la destrucción de los bosques pantanosos.
Cada año desaparecen 2700 kilómetros cuadrados de bosques pantanosos en el Sureste de Asia. Un investigador que quiere permanecer en el anonimato, para no perder así el empleo, afirma que el gobierno de Indonesia no está haciendo absolutamente nada para evitar todo esto. “Hay muchas palabras para agradecer a los donantes internacionales, pero no hay acciones. Parece incluso que en algunas regiones se está acelerando la destrucción a propósito, para así asegurarse que se hace antes de que se establezcan leyes de conservación y que se hagan cumplir”.
El aceite de palma es uno de principales culpables de esta destrucción. Como los gobiernos no quieren establecer trabas a su importación, quizás deban ser los ciudadanos los que tengan que hacer algo al respecto.
Además de usarse para la producción de biodiesel, el aceite de palma se usa en la industria alimenticia y en los cosméticos. Bajo el nombre “aceites vegetales” se incluye a este aceite y a otros igualmente perniciosos para el medio ambiente como el de coco. Pero es que además del ecocidio que significa su consumo, son perniciosos para la salud. Los fabricantes de bollería saben perfectamente todo esto y muchas veces no especifican los aceites usados (la legislación no les obliga) para que así, con el apellido “vegetal”, se cuelen en la cesta de la compra del consumidor poco informado. Los fabricantes que no los utilizan suelen especificar “aceite de girasol” o incluso “aceite de oliva” en el etiquetado. Recuerde todo esto cuando vaya al supermercado, la selva asiática (o sudamericana) y su salud se lo agradecerán.

El lado oscuro de la felicidad

El lado oscuro de la felicidad

No todos los tipos y grados de felicidad son igualmente positivos e incluso la persecución de la felicidad puede hacer que la gente se sienta peor.

Los seres humanos solemos decir que lo que realmente queremos es ser felices, aunque la felicidad no está garantizada. Tratar de ser feliz es todo un arte y muchas veces nos solemos conformar solamente con perseguir esa felicidad. Ya en la declaración de independencia de EEUU Tomás Jefferson colocó la persecución de la felicidad como un derecho inalienable en una frase que quedó para la Historia (“We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness.”). Antes de ese momento y después se han tratado de dar todo tipo de recetas para encontrar esa felicidad de la que parece que carecemos. Quizás la naturaleza humana es insaciable y terminamos acostumbrándonos incluso a esa felicidad que creímos una vez encontrar. Quizás la felicidad es inalcanzable o puede que esté tan cerca que no la vemos.
Pero, ¿merece realmente la pena perseguirla? Es más, ¿es la felicidad un valor absoluto a toda costa? Imaginemos que un señor sabio al que conocemos un buen día por la mañana y con la cara boba y sonriente nos dice: “Qué feliz soy, soy tan feliz”. Pensaremos inmediatamente que ha perdido el juicio o la inteligencia. 

Ahora, un estudio publicado en Perspectives on Psychological Science pone en entredicho el valor absolutamente positivo de la felicidad. Según sus autores la felicidad no debería ser tenida universalmente como buena. Según ellos no todos los tipos y grados de felicidad son igualmente positivos e incluso la persecución de la felicidad puede hacer que la gente se sienta peor.
Según June Gruber, Iris Mauss y Maya Tamir, de las universidades de Yale, Denver y Hebrea de Jerusalen respectivamente, la gente que se marca la felicidad como una meta puede terminar peor de como comenzó.
En los libros de autoayuda muchas veces se ofrecen recetas o herramientas para hacer que uno sea más feliz, como tomarse un tiempo cada día para pensar sobre las cosas que a uno le hacen feliz o por las que está agradecido en la vida. Estas herramientas no son necesariamente malas. Pero según Mausss y sus colaboradores, cuando uno las usa con la motivación o expectativas de que tienen que hacerte feliz pueden dar lugar a decepción y terminar disminuyendo la felicidad propia.
En uno de los estudios que realizaron encontraron que la gente que lee artículos de los periódicos que ensalzan el valor de la felicidad se sintieron peor después de ver una comedia cinematográfica que aquellos que leyeron un artículo del periódico en el que no se mencionaba la felicidad. Presumiblemente esto de debería a que los primeros se sintieron defraudados al no sentirse más contentos. Cuando las personas no terminan tan felices como esperaban se sienten fracasados y esto les puede hacer sentirse incluso peor.
Demasiada felicidad puede ser también un problema. Un estudio que hizo un seguimiento de niños desde los años veinte del pasado siglo hasta su vejez encontró que aquellos que morían más jóvenes fueron calificados como alegres por sus profesores.
Los expertos han encontrado que la gente que siente un alto grado de felicidad puede que no sea tan creativa y además es propensa a arriesgarse más. Así por ejemplo, las personas con alguna manía, como el desorden dipolar, tienen un grado excesivo de emociones positivas que pueden conducirles a asumir riesgos, como el abuso de sustancias, conducción rápida al volante o a gastar sus ahorros de toda la vida. Pero, según Gruber, incluso un alto grado de felicidad puede ser malo en la gente que no tiene un desorden psiquiátrico.
Otro problema es sentir felicidad inapropiadamente. Obviamente no es sano sentirse feliz cuando alguien está llorando la pérdida de un ser querido o cuando te dicen que un amigo salió herido de un accidente de tráfico. Estos investigadores han encontrado que esto sucede en gente con manía.
Ser muy feliz puede significar además que se tiene un déficit de emociones negativas. Las emociones negativas cumplen su papel. Así por ejemplo, el miedo puede evitar que tomemos riesgos que pueden poner en peligro nuestra vida y la culpa puede recordarnos que debemos de comportarnos bien con los demás.
Los psicólogos han descubierto qué es lo que, aparentemente, aumenta la felicidad realmente. Un vaticinador de la felicidad no es el dinero o el reconocimiento social a través del éxito o la fama, es el tener relaciones sociales valiosas o con sentido. Esto significa que la mejor manera de aumentar la felicidad es dejar de preocuparse por ser feliz y en su lugar encaminar los esfuerzos a alimentar los lazos sociales que se tienen con los demás. Si hay alguna cosa sobre
la que hay que concentrarse, concéntrese en eso y deje que lo demás venga por sí solo.

Habrá Cosmología en Lactómeda

Habrá Cosmología en Lactómeda

Los lactomedanos podrán hacer cosmología con rigor, deducir el Big Bang, saber la edad del Universo en ese momento y deducir parámetros tales como la constante cosmológica.

Abróchese el cinturón, vamos a viajar con la imaginación en el tiempo hasta un momento en el que el Universo tal y como lo conocemos habrá ya desaparecido. En nuestra máquina imaginaría del tiempo vamos a sufrir la mayor aventura de todos los tiempo y viajar no un millón de años, ni mil millones de años, sino un billón de años en el futuro.
La Tierra, los humanos y sus descendientes desparecieron hace muchos millones de siglos y de ellos no queda ni el recuerdo. En ese tiempo, nuestro cúmulo galáctico local, formado por la Vía Láctea, la galaxia de Andrómeda y unas pocas galaxias enanas habrán ya colapsado en una sola galaxia: Lactómeda. Nada más se podrá ver en el Universo, todas las demás galaxias y cúmulos de galaxias habrán desaparecido del horizonte observacional de los habitantes de Lactómeda debido a la expansión acelerada del Universo, ya con una velocidad de recesión superior a la de la luz. Sólo la gravedad local de Lactómeda ha podido retener un poco de materia, el resto es un inmenso espacio vacío. Ese espacio vacío es muy similar geométricamente a un universo de De Sitter con Lactómeda en su centro. 

Tampoco hay fondo cósmico de microondas, pues la longitud de onda de esos fotones es tal que ningún instrumento los puede registrar. Las proporciones isotópicas de los elementos tampoco permiten deducir la nucleosíntesis primordial, pues las estrellas han tenido tiempo suficiente para contaminar con elementos pesados el medio. Es decir, todas las huellas y pistas cosmológicas que a nosotros nos permitieron deducir la expansión cósmica y el Big Bang han desparecido para siempre desde hace mucho tiempo. Se ha establecido un límite absoluto al conocimiento. En un universo tan pobre no puede haber un nuevo Edwin Hubble que deduzca el corrimiento al rojo de otras galaxias porque no habrá otras galaxias, ni tampoco un Penzias y Wilson que midan los rescoldos del Big Bang. En otros lugares del actual Universo ha pasado lo mismo y sólo hay galaxias únicas aisladas totalmente del resto para siempre. El universo sigue expandiéndose y a un ritmo cada vez más rápido, pero no hay puntos de referencia que lo indiquen.
Los habitantes de Lactómeda no saben, no pueden saber, lo que nosotros sabíamos. O, al menos, eso es lo que se afirmaba hasta hace poco. Ahora (ya estamos de vuelta en nuestro tiempo, cortesía de las máquinas imaginarias del tiempo que permiten este tipo de ejercicios) Avi Loeb, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, dice que hay esperanzas de que los lactomedanos puedan hacer cosmología con rigor.
Según Loeb, una futura civilización avanzada de Lactómeda podría deducir la existencia del Big Bang y nuestras teorías cosmológicas actuales gracias a las fuentes de luz más distantes disponibles en su tiempo: las estrellas de hipervelocidad lanzadas desde el corazón de Lactómeda. Estas estrellas permitirán a esos seres aprender acerca de la expansión cósmica y reconstruir el pasado del Universo.
Cada 100.000 años aproximadamente un sistema binario de estrellas pasa demasiado cerca del agujero negro supermasivo del centro de nuestra galaxia, una de las estrellas del sistema cae en el agujero negro y la otra es despedida a más de un millón de km/h y eyectada de la Vía Láctea. Es de esperar que esto siga pasando tanto en nuestra galaxia como en la futura Lactómeda.
Esas hipotéticas futuras civilizaciones pueden ser muy avanzadas y ser capaces de encontrar esas estrellas, que se encontrarán a distancias enormes. No será fácil, pero probablemente contarán con tecnología que no podemos ni imaginar.
Gracias al corrimiento al rojo de esas estrellas podrán deducir la expansión cosmológica (una vez restado el efecto Doppler constante propio de la velocidad de estas estrellas) pues estas estrellas, una vez desligadas de Lactómeda, sufrirán las expansión cosmológica y serán aceleradas por dicha expansión. Cuanto más lejos se encuentren dichas estrellas más rápido parecerán alejarse de los lactomedanos y ellos podrán deducir la ley que nosotros llamamos ley de Hubble.
A partir de los datos obtenidos podrán saber la edad del Universo en ese momento y deducir parámetros cosmológicos tales como la constante cosmológica. Podrán hacer ciencia y no tendrán que asumir el Big bang con un acto de fe.
La pregunta interesante es saber si ya ahora hemos perdido algún tipo de información que nos impida saber algo fundamental del Universo, algo que nunca sabremos por algún otro tipo de límite impuesto al conocimiento en algún momento del pasado.
Esperemos que mientras pensamos sobre estas cosas ninguna estrella de hipervelocidad pase cerca de nuestro sistema solar.

Las gallinas parecen tener empatía

 Las gallinas parecen tener empatía

Las gallinas muestran una clara respuesta fisiológica y un cambio de comportamiento en respuesta al estrés de sus compañeros. 


Supongamos que vivimos en el ámbito rural y tenemos un gallinero. Un día de celebración decidimos hacer un pollo asado y vamos al gallinero a escoger uno. Y ahí mismos, delante de los demás pollos y gallinas, le cortamos la cabeza, desplumamos y destripamos. ¿Qué sentirán sus compañeros emplumados al contemplar tal espectáculo?

 
Tendemos a pensar que los sentimientos de empatía son puramente humanos y que otros seres supuestamente inferiores no los tienen. Sin embargo, este tipo de sentimientos si se han visto en otros primates. Además es difícil imaginar cómo ciertos comportamientos pueden aparecer evolutivamente desde la nada hasta un determinado nivel sin pasar por estadios intermedios. 
Unos investigadores del Reino Unido han obtenido una nueva perspectiva de lo que sucede en la mente de las gallinas domésticas. Han descubierto por primera vez que estos animales muestran una clara respuesta fisiológica y cambio de comportamiento en respuesta al estrés de sus compañeros.
Este estudio es el primero en demostrar que las aves poseen uno de los atributos más importantes que apuntala la empatía y el primero en usar tanto métodos fisiológico como de comportamiento para medir estas características en aves.
A través unos experimentos bien controlados y haciendo uso de técnicas avanzadas no invasivas de vigilancia fisiológica, estos investigadores encontraron que las gallina doméstica muestra una clara respuesta fisiológica y en el comportamiento frente al estrés de los pollos.
Durante uno de los procedimientos, cuando a los pollos se les sometía a ráfagas de aire, el corazón de las gallinas latía a un ritmo más elevado y su temperatura corporal aumentaba. Además las gallinas cambiaban el comportamiento y reaccionaban con una reducción del acicalamiento y un aumento del estado de alerta y de las vocalizaciones dirigido hacia sus pollos.
Algunas de estas respuestas se habían usado previamente como indicadores de una respuesta emocional en animales. En la gallina doméstica el tiempo dedicado al estado de alerta está asociado con un aumento del nivel de miedo. En estudios previos realizados por el mismo grupo de investigadores se mostraba que las gallinas además evitaban selectivamente ambientes asociados con altos niveles de permanencia de pie y bajos niveles de acicalamiento.
Según uno de los participantes en el estudio, el nivel al que estos animales ese veían afectados por el estrés de los demás es de relevancia para el bienestar de los animales en granjas y laboratorios.
En este estudio se usaron gallinas para el estudio como modelo animal porque bajo condiciones comerciales los pollos se encuentran regularmente con otros pollos que muestran signos de dolor o estrés debido las prácticas habituales de crías de animales. Pollos que pueden tener huesos rotos y otros problemas.
En resumidas cuentas, el estudio muestra que las gallinas adultas poseen al menos uno de los atributos que apuntala la empatía: la habilidad de verse afectado por el estado emocional de los otros.

 
 
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